Llega la noche y tanto mi alma como mi cuerpo necesita descansar pero tu recuerdo interviene en cada momento como un chiste de mal gusto que me juega el subconsciente. Atrapado entre las sabanas no puedo hacer nada, mi fría y compacta ventana, que da hacia un campo de fresas hace que mi mente viaje y se aleje de la realidad, yo solo puedo pensar en su figura, con ese olor a crema, ella es la noche más abundante, el día más lleno, ella es incertidumbre y un mar de dudas donde quiero nadar libremente, pero, esto esta demasiado lejos de lo que en realidad pasa entre ella y yo, la verdad es que ella es tan blanca como el vino tinto y tan caliente como la nieve.
